Una de las dudas más frecuentes cuando se realiza un entrenamiento de pesas y una dieta bien planificada enfocados a la hipertrofia es saber qué cantidad de músculo o cual es nuestro porcentaje de grasa mínimo que podemos alcanzar de forma natural. Los culturistas a menudo predican acerca de la “conexión mente-músculo.” La investigación ha demostrado que el entrenamiento de activación puede aumentar la actividad relativa del EMG durante un ejercicio para un músculo determinado (Snyder and Leech, 2009). Los powerlifters sin embargo tratan de involucrar a tanto músculos como sean posibles para generar la fuerza óptima para levantar kilajes máximos.
En otras palabras, al menos cuatro de cada cinco usuarios de estas sustancias presentó síntomas indeseados. Este dato implica que si tomas grandes dosis de estos fármacos y de forma regular, sus posibilidades de experimentar efectos colaterales es de un 80 por ciento o más. Primero, una dosis de 600 miligramos semanales de enantato de testosterona, administrada durante un periodo de 10 semanas, produce una ganancia de unos 5,5 kilos de masa muscular libre de grasa y un 40 por ciento de incremento de la fuerza. La dieta anabólica es una propuesta para ganar masa muscular que, según su creador, viene a imitar los efectos de los esteroides.
Eminencias como Lyle McDonald o Alan Aragon consideran que una persona natural con excelente genética, que sigue un entrenamiento pulcro y una nutrición perfecta no puede superar un FFMI de 25 puntos, por tanto si alguien se acerca al 25 quiere decir que no es natural casi con total seguridad. Porque como hemos demostrado el PESO puede depender de muchos factores – entre los cuales la estructura ósea – pero si un Culturista se toma la molestia de Chutarse el Trasero será para tener más de 50 cm de brazo y no para subir de categoría de peso y aparentar como uno de categoria inferior. El problema es que cuanto más nos acercamos a nuestro LIMITE GENETICO más se necesita un enfoque Científico tanto en el entrenamiento como en la Dieta. Así que en última instancia, tú eres el que decide si justificar tu estancamiento con la “genética” o si vas a buscar cómo superarlo… empollando y entrenando más duro.
También se consumen otros medicamentos para reducir los efectos colaterales asociados con el uso de esteroides. Por ejemplo, el tamoxifeno, medicamento antiestrogénico, se emplea para prevenir o tratar la ginecomastia inducida por los esteroides. La gonadotropina coriónica humana (GCH) se usa algunas veces para reiniciar la secreción de testosterona endógena al final de un ciclo de esteroides para minimizar la pérdida muscular y los síntomas de abstinencia fuera del ciclo.
Existen muchos potenciales efectos colaterales asociados a los esteroides anabolizantes y androgénicos. Los regímenes de dosis de esteroides son anecdóticos, basados en testimonios boca a boca. En ausencia de orientación médica, los usuarios de esteroides se dejan llevar por sus propios criterios.
El nervio dañado puede resultar en una pérdida de sensibilidad y debilidad muscular. Obviamente, las agujas más finas causan menos daño en los tejidos; pero a mayor estrechez, mayor dificultad para inyectar el líquido. La viscosidad de los esteroides con excipiente oleoso es demasiado alta como para anabólico comprar en linea pasar a través de agujas finas. Ese individuo del gimnasio con forma de gorila puede que sea grande y fuerte, pero no le felicite con una palmadita en el culo después de hacer un press de banca con 300 kilos porque le hará daño después de todas las inyecciones de esteroides que se ha puesto.
Una dosis de 300 miligramos a la semana triplica el nivel normal de testosterona, y la de 600 miligramos/semana lo eleva más de seis veces. Como resultado, la dosis de 600 miligramos casi duplica el área de sección de la fibra muscular; incrementando, por tanto, el volumen del músculo. La acción anabólica construye tejido corporal, incrementando la masa muscular magra y la densidad ósea, reduciendo la grasa corporal. Esto asegura un balance nitrogenado positivo, estimulando la síntesis proteica y mejorando la utilización de las proteínas.
Para ganar músculo es necesario construir tejido muscular, y para eso es necesario comer más calorías de las que se consumen. Pero al mismo tiempo, para perder grasa es necesario un déficit de calorías. Otro posible efecto secundario de una mala técnica de inyección es la infección, que por lo común se produce por contaminación accidental de una aguja estéril, por reutilización de las agujas o por compartir agujas o viales multidosis con otras personas. Todas las inyecciones deben ponerse empleando una técnica estéril, en un entorno limpio, sin contaminar el extremo de la aguja.
Un atleta vegano tiene teóricamente que recurrir alimentos de origen vegetal ricos en proteínas, como las legumbres o las semillas, pero su contenido en proteínas, gramo por gramo, es mucho menor. Para conseguir esos 200 gramos de proteínas habría que comer 2,2 kilos de lentejas hervidas con arroz, o la misma cantidad de tofu, o un kilo de semillas de calabaza. Para construir músculo es imprescindible tomar proteínas, alrededor del 30% de las calorías diarias, algo que para un hombre de 80 kilos que consuma 2.700 kcal al día puede estar alrededor de 200 gramos de proteínas al día, lo que equivale a 750 gramos de pechuga de pollo.
Se trata de una dieta fásica, de manera que para que dé resultado debes ceñirte a sus preceptos. Haz los cálculos necesarios para que te sirvan de guía inicial, pero la efectividad del régimen tiene que ver mucho con el ensayo-error. Un punto de partida para definir el objetivo es sumar el 15% a tu peso ideal en libras. El 15% son 13,05, lo que sumado al peso son 205,05 libras (unos 93 kilos).
Algunos consumidores intentan acelerar este proceso utilizando fármacos tales como la gonadotropina coriónica humana o el citrato de clomifeno. El problema es que esta hormona, igual que otras muchas drogas, tiene efectos potencialmente dañinos. Los anabolizantes tienden a usarse en ciclos de 4 a 12 semanas de duración. Los usuarios habituales se toman de 4 a 6 semanas de descanso entre ciclos para «limpiar» el organismo.